
Winslow Homer

Winslow Homer, nacido en 1836, es uno de los más importantes exponentes del realismo estadounidense. Su carrera experimentó cambios significativos debido a sus experiencias en Europa y su participación indirecta en la guerra civil americana. Durante la guerra, Homer trabajó como ilustrador en el frente para la revista Harper’s Weekly, donde capturó la vida cotidiana de los soldados y los campamentos, alejándose de las escenas heroicas de batalla. Esta etapa influyó en su enfoque realista, mostrando la crudeza y sencillez de la vida en tiempos de conflicto, algo que marcaría su obra posterior, donde el ser humano se muestra en confrontación con fuerzas más allá de su control.
Su viaje a Francia en 1867 trajo una nueva sensibilidad a su obra. Aunque no se alineó directamente con los movimientos emergentes como el impresionismo, su contacto con la escuela de Barbizon lo llevó a explorar la luz y el paisaje con mayor libertad. Esto se refleja en su tratamiento del color y el aire libre, como se observa en pinturas posteriores centradas en la vida rural.
Más tarde, su estancia en Inglaterra, particularmente en Cullercoats en 1881, fue un punto de inflexión en su obra. Allí, Homer se inspiró en la vida dura de los pescadores y sus familias, desarrollando un enfoque más dramático y cargado de emoción, particularmente en sus escenas marítimas. Una obra como "La corriente del Golfo" refleja esta evolución, donde el poder del mar y la lucha humana por la supervivencia se convirtieron en temas centrales.
Tras regresar a Estados Unidos y asentarse en Prouts Neck, Maine, Homer consolidó su estilo, influenciando a artistas posteriores como Edward Hopper y Andrew Wyeth, quienes adoptaron su enfoque en el aislamiento y la interacción entre el ser humano y la naturaleza.