La dama de Shalott - Waterhouse

La dama de Shalott - Waterhouse

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Precio habitual$468.00
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Autor: Waterhouse
Título: La dama de Shalott
Título inglés: The Lady of Shalott
Ubicación original: Tate Britain, Londres, Inglaterra
Año: 1888

Esta obra maestra pintada en 1888 por John William Waterhouse, es una obra emblemática del movimiento prerrafaelita, caracterizada por su detallismo y su enfoque en la representación romántica y simbólica.

Este cuadro se basa en el poema homónimo de Alfred Tennyson, capturando el momento en que la dama, atrapada en una maldición, decide desafiar su destino, navegando hacia su muerte inevitable y la balada canta así:

"En el tormentoso y tenso viento del este, los bosques de un amarillo pálido se desvanecían. El ancho río, en sus orillas, se quejaba. Fuertemente, el cielo sombrío y cargado de nubes llovía sobre la encumbrada Camelot. Ella descendió y encontró un bote abandonado y flotando bajo un sauce, y en la proa escribió: La Dama de Shalott."

"Y, navegando río abajo, en su vasta extensión sombría, como un audaz vidente en trance, viendo todo su propio infortunio, con una expresión vidriosa, miró hacia Camelot. Y, al caer el día, soltó la cadena y se recostó; el ancho río la llevó lejos, a la Dama de Shalott."

"Tendida, vestida de un blanco inmaculado que flotaba suelto a izquierda y derecha, las hojas caían ligeramente sobre ella. A través de los ruidos de la noche, flotó río abajo hacia Camelot; y, mientras la proa avanzaba entre colinas y campos de sauces, se pudo escuchar su último canto, la Dama de Shalott."

La composición de Waterhouse, con su atención a los detalles naturales y la expresión melancólica de la protagonista, refleja la influencia del romanticismo, pero también incorpora un simbolismo profundo y complejo, típico del prerrafaelismo. Es notable en la obra del maestro inglés el retrato del final de la historia de esta dama, quien, alejada de la realidad y presa del miedo al sufrimiento, finalmente, "cansada de las sombras", decide salir de su seguridad e ir en busca de lo bueno y lo hermoso, aun a costa de perderlo todo. Esto explica que, de las tres velas, solo quede una encendida, como signo de que agoniza, de que está en su último aliento o suspiro de vida. Con la boca abierta, canta al amor, y con el crucifijo delante, muestra que este dolor, este esfuerzo, este viaje vale la pena.

El uso de colores ricos y la precisión en los elementos botánicos subrayan el contraste entre la belleza de la naturaleza y la tragedia humana, un tema recurrente en la obra de Waterhouse. A través de esta pintura, Waterhouse rinde homenaje a la poesía de Tennyson y contribuye al renacimiento de la narrativa visual en la pintura victoriana.