
Modernismo
El modernismo, conocido por su búsqueda de la belleza a través de la innovación y la ruptura con la tradición, emergió a finales del siglo XIX y principios del XX. Influenciado por el movimiento artístico japonés ukiyo-e y su evolución europea llamada japonismo, el modernismo absorbió la simplicidad y la elegancia de las formas japonesas.
En Francia, el modernismo se manifestó como Art Nouveau, con figuras destacadas como Alphonse Mucha y Henri de Toulouse-Lautrec, quienes emplearon líneas sinuosas y motivos naturales.
En Alemania, se conoció como Jugendstil, con artistas como Peter Behrens y Otto Eckmann, que promovieron el uso de la tipografía moderna y el diseño gráfico innovador.
En Italia, el Arte Nuova fue representado por pintores como Galileo Chini y Giuseppe Sommaruga, quienes fusionaron elementos decorativos con arquitectura.
En Inglaterra, el Modern Style incluyó a artistas como Aubrey Beardsley y Charles Rennie Mackintosh, cuyas obras se caracterizaron por un diseño orgánico y geométrico.
El modernismo influyó en movimientos artísticos posteriores como el cubismo, el futurismo y el expresionismo, transformando la percepción del arte y su función en la sociedad. Pablo Picasso, Georges Braque y Vasili Kandinski son tres de los pintores más representativos de estos movimientos, continuando el legado de innovación y ruptura que el modernismo había establecido. Esta evolución del modernismo en diversos países refleja la adaptabilidad y el impacto duradero del movimiento en el panorama artístico global.